Chaplin: Vacaciones para un Cerebro Atormentado
El domingo, gracias a los oficios de una buena amiga, pude asistir a la última fecha del Festival de Charles Chaplin en el Cinematógrafo de Barranco. Habiéndole confesado mi ignorancia total sobre el cine mudo y mis particulares recelos contra el cine en blanco y negro de este personajillo de bigotillos, sombrero y con andar de pato, mi buena amiga escogió una de sus mejores películas y según lo que leo, la favorita del maestro Orson Welles: Luces de la Ciudad, una comedia romántica (1931). Una elección perfecta para iniciarse en el mundo Chaplin.
Una historia sencilla, graciosa, tierna, pura, sin malicia de ninguna especie, me hizo recordar al genial Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, quién sin duda debe haber utilizado a Chaplin como referente para toda su obra.
Un vagabundo conoce a dos personajes que cambiarán su vida. Una, una florista pobre y ciega de la cual se enamora, y quien erroneamente cree que él es adinerado. El otro personaje, un millonario a quien salva del suicidio, bastante excéntrico y quien sólo lo reconoce como amigo en estado de embriaguez.
Haciendo un poquito de investigación descubrí que esta película muda fue estrenada cuando Hollywood ya se había convertido al cine sonoro, según lo cual Chaplin habría recibido mucha presión para hacer lo propio, pero empecinado él sacó su proyecto mudo adelante. Es más, se resistió al sonido durante toda una década. Chaplin no necesitaba, entonces ni ahora, del sonido para expesarse total y maravillosamente.
Curiosidad: Los créditos de los actores al inicio hicieron sonreír a los asistentes, pues uno de los actores, el intérprete del mayordomo del millonario, se llama Allan García. Ya en la historia, despide bruscamente al vagabundo Chaplin con una "patadita" al mejor estilo de nuestro ex-presidente.
Film recomendado para todos aquellos que quieran pasar un buen rato sin sexo, sin violencia, sin stress, incluso sin palabras: un verdadero descanso para la mente que hoy en día es bombardeada con cuchocientos mensajes a la misma vez.
Una historia sencilla, graciosa, tierna, pura, sin malicia de ninguna especie, me hizo recordar al genial Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, quién sin duda debe haber utilizado a Chaplin como referente para toda su obra.
Un vagabundo conoce a dos personajes que cambiarán su vida. Una, una florista pobre y ciega de la cual se enamora, y quien erroneamente cree que él es adinerado. El otro personaje, un millonario a quien salva del suicidio, bastante excéntrico y quien sólo lo reconoce como amigo en estado de embriaguez.
Haciendo un poquito de investigación descubrí que esta película muda fue estrenada cuando Hollywood ya se había convertido al cine sonoro, según lo cual Chaplin habría recibido mucha presión para hacer lo propio, pero empecinado él sacó su proyecto mudo adelante. Es más, se resistió al sonido durante toda una década. Chaplin no necesitaba, entonces ni ahora, del sonido para expesarse total y maravillosamente.
Curiosidad: Los créditos de los actores al inicio hicieron sonreír a los asistentes, pues uno de los actores, el intérprete del mayordomo del millonario, se llama Allan García. Ya en la historia, despide bruscamente al vagabundo Chaplin con una "patadita" al mejor estilo de nuestro ex-presidente.
Film recomendado para todos aquellos que quieran pasar un buen rato sin sexo, sin violencia, sin stress, incluso sin palabras: un verdadero descanso para la mente que hoy en día es bombardeada con cuchocientos mensajes a la misma vez.
Comentarios
Lo admiro, no sólo por el actor ke es, sino también por la música ke ayuda a componer. Creo ke es por este ser ke valoro tanto la ausencia de palabras...
Por cierto, el domingo pasado pude ver "Un rey en Nueva York", altamente recomendable!!!!! En esta peli Chaplin sí habla, pero siempre acompañado de ese lado de la mímica tan fuerte en él.
Grande Sr. Spencer!!
la che x