Orgullo & Prejuicio

Mi libro favorito de ahora y siempre, Orgullo y Prejuicio de la inglesa Jane Austen, convertido por segunda vez en largometraje, llegó finalmente a nuestra cartelera, con meses de retraso, que ya me estaban angustiando.

La primera vez que Orgullo y Prejuicio fue adaptada al cine fue en 1940, el resultado fue promedio. Luego tuvo un importante paso al mundo audivisual con una cuidada y excelente miniserie para la TV de la BBC, en donde el actor Colin Firth se consagró con su personificación del orgulloso señor Darcy, convirtiéndose en el ícono masculino sensual de Gran Bretaña (y aunque lejos, mío también).

La adaptación al cine de este año, más bien consagra a Kiera Knightley (nominada al Oscar como Mejor Actriz) quién interpreta a la inteligente y bonita Elizabeth Bennet, una de cinco hermanas con una terrible y nerviosa madre, cuyo único propósito en la vida es dejarlas bien casadas a falta de un hermano, heredero de las propiedades del señor Bennet. Pero para Elizabeth, la vida es más que casarse para obtener seguridad económica. Ella prefiere encontrar el verdadero amor o quedarse soltera.

El señor Darcy, interpretado por Matthew Macfadyen, es rico y mira muy por encima a la gente que no es de su condición (entre ellos Elizabeth) y entre los dos nace el odio a primera vista. Pero como ya se sabe, del odio al amor hay un paso y no basta más que mirar esta historia maravillosa y romántica para comprobarlo. Pero para que el amor surja tendrán que vencer a las palabras del título: el orgullo y el prejuicio ("virtudes" que ambos personajes poseen), además de todas las barreras que la sociedad, la familia y los amigos, les colocarán en el camino.

La emoción de la historia se mantiene viva gracias al duelo de inteligencias y sarcasmos de los protagonistas, quienes se hacen merecedores del título "políticamente incorrectos" en una sociedad de época llena de normas y modales estudiados.

¿Me pareció buena esta versión? Sí, pero no excelente pues algunos personajes como el del señor Bingley son caricaturizados, otros ignorados como Lady Catherine o el señor Wickham, quienes en la novela son fundamentales. A otros personajes como la señorita Darcy, simplemente le cambiaron el caracter. Es que en dos horas y media no se le puede hacer justicia a la obra de Austen, cosa que la BBC comprendió bastante bien.

Pero lo básico que es la pasión de Elizabeth y Darcy está allí. Uno como espectador no puede más que enamorarse de ellos.

Otro punto a favor de la película es la excelente dirección artística y producción que recrea hasta en los más mínimos detalles la época, con el bonus de mostrarnos los hermosos paisajes de la campiña británica.

Con todo, creo que Jane Austen habría estado bastante contenta con los resultados.