Hedwig and The Angry Inch

¡Diantres! Si Michael Morrinson lo hizo, ¿por qué yo no?

¿No tienen acaso arrinconada en una esquina de vuestra psique alguna lista con las películas que se han negado a ver porque... porque... pues bueno, porque no les dió la gana ver precisamente esas películas que todo el mundo decía que tenían que ver? ¿Y no se sienten, de alguna forma misteriosa, orgullosos de que así sea pues es vuestra prueba de no "estar siguiendo la corriente"? Michael Morrison tenía la suya. Incluía seis películas muy famosas. Y de un solo tirón la tiró al tacho. Aquellas seis películas eran los capítulos I al VI de la saga de "La Guerra de las Galaxias" que Morrison se chupó de un cocacho en una "Maratón Star Wars" de Cinemax.

Así que el pasado viernes me dije a mí mismo: si Michael Morrinson lo hizo, ¿por qué yo no? Y me senté a ver "Hedwig and The Angry Inch", un famosísimo musical de culto basado en la obra teatral off-Broadway del mismo nombre, que había evitado ver por años.

¿Por qué no la quise ver antes? Pues por culpa de Nicole Kidman. Después de aquel maravilloso musical de Baz Luhrmann que con canciones de Nirvana, David Bowie, The Police, Queen y otros, le dió luz y color al romance de un poeta con una bailarina de cabaret, ¿cómo sentarme a ver cómodamente la historia de un transexual narrada con canciones punk de autoría desconocida?, ¿una película de culto entre los amantes de The Rocky Horror Picture Show, otra película que me he negado a ver hasta el día de hoy?, ¿un musical con nombre de película porno, estrenado el mismo año que Moulin Rouge? No. No podía hacerle eso a la bella -y recientemente divorciada- Nicole. Hacerlo sería como traicionarla. Y, quien sabe, quizá perder mi oportunidad de reemplazar a Tom Cruise...

Pero los años pasan -y pesan- y, habiéndose casado Nicole con un cantante de música country a mediados de año (¡Un cantante de música country! ¡Por qué, Nicole!), no me quedó más que despertar de mi sueño y comenzar a romper, poco a poco, aquellas promesas que le hice secretamente.

Como aquella de no ver (ni disfrutar) "Hedwig and The Angry Inch"...

Así que gracias a Michael Morrison y a Keith Urban (el nuevo Sr. Kidman), armado de valor, de una bandeja de pop-corn hecho en casa, y de una botella de Fanta Plátano (sí, aquí tenemos Fanta Plátano), me senté en casa frente al televisor a tachar una de las películas de mi lista.

Y, ¿saben qué? Me alegro haberlo hecho...

La película narra la historia de Hedwig, vocalista transexual de la banda punk "The Angry Inch", mientras se encuentra en el proceso de búsqueda de su otra mitad, y muestra como, en el camino, y sin proponérselo, se encuentra a sí mismo. A diferencia de musicales como "Grease" o "La Novicia Rebelde" en que los personajes no hablan sino cantan (y con ello te enteras que estás dentro de una fantasía), en esta película los personajes conversan hablando (como lo haríamos tú y yo, como lo estamos haciendo ahora) y la música es dejada para las presentaciones en vivo de la banda, dándole una sensación mucho más real a la historia (esta historia me la creo). ¿Por qué es un musical entonces? Pues porque estas presentaciones ocupan más del 60% de la película y porque te enteras, gracias a ellas, la historia de Hedwig (y el porqué del nombre de su banda), sus recuerdos, sus fantasías, sus sueños, sus temores, sus penas y sus amores. Una historia que, si bien es interesante ella misma (a pesar de pecar muchas veces de pretenciosa), resulta tremendamente potenciada gracias a la música...

Es que la música, ¡ah, la música!, en esta película es realmente extraordinaria. Mucho, muchísimo más de lo que esperaba. Si mientras veía Moulin Rouge tarareaba las canciones que escuchaba, luego de ver Hedwig me quedé tarareando sus melodías ¡una vez terminada la película! (y por muchos días más). Así de intensas son. Así que lo primero que hice al terminar la película fue buscar en internet el nombre del cantante para comprar el soundtrack... Y, ¿saben qué? Pues me enteré de aquello que los fanáticos sabían desde el comienzo: John Mitchell, el actor que interpretó a Hedwig, CANTÓ todas las canciones. Y no, no hacía lip-synching sobre música pre-grabada: efectivamente cantaba cada canción mientras la escena era filmada. Como dirían mis amigos colombianos, ¡tenaz! ¿Quién más hace esto? Ni siquiera cantantes profesionales lo hacen durante la filmación de sus videos (y ni que decir de los cantantes enlatados de Televisa, que ni siquiera cantan durante sus conciertos). Con esto, sin lugar a dudas, Mitchell se ganó muchos puntos en mi ranking.

¿La actuación? Bastante buena, por cierto, pero me dejó con ganas de ver la obra en el teatro. Esta historia, efectivamente, nació sobre las tablas y, aunque fue llevada con honores a la pantalla grande, exhuda por cada poro su origen teatral. La escena del "car-wash", por ejemplo, me hubiese sorprendido muchísmo más de haberme ocurrido a mí o a una persona sentada a pocos asientos del mío (Y que me perdonen quienes no han visto la película por no explicar la referencia, pero prefiero dejarlo así para que la disfruten al verla). En algunas escenas Hedwig se dirige a los actores que hacen de público y te deja con la sensación de que estos diálogos serían sabrosísimos en vivo y en directo. Y la canción de cierre... ¡la canción de cierre! Pues ella te dejaba tal sensación de que se estaba terminando la función, que casi me voy de la casa cuando terminó la película...

Pero nada, no se dejen engañar por este último párrafo: sólo véanla. Y si consiguen una entrada para verla en el teatro, véanla de nuevo. Pero no se la pierdan. No hagan como yo y no dejen que esta pequeña joya del cine y teatro independiente norteamericano escape de sus manos.

No se arrepentirán de haber conocido a Hedwig. Créanme. ¿Acaso no les cae bien desde el saludo una persona que es expulsada de la universidad por proponer de tema de tesis un estudio de la influencia de la filosofía alemana en el rock n' roll titulado "You, Kant, Always Get What You Want"? ¡Hedwig, dónde estás para darte un abrazo!

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Y ahora veamos si alguien se anota para acompañarme a tachar una segunda película de mi lista: The Rocky Horror Picture Show. Ya perdí mi virginidad con Hedwig, ahora quiero hacerlo con Rocky (whatever that means!)

Comentarios

Anónimo dijo…
En la epoca que la vi no la entendi para nada, o sera la influencia de mi poco sentido musical o simplemente no me engancho los musicales. ,y es que parecieron una eternidad...!!

¿alguien vas va a perder su virginidad en el buen cine?
viajera dijo…
Me alegra mucho que pudieras ver una de mis peliculas favoritas. En verdad una joyita y Mitchell un genio. Estoy a la espera de su siguiente produccion.

El anio pasado en Lima la pusieron en teatro y fui a verla dos veces.

Ahora... The Rocky Horror Show no tiene NADA que ver con la maravillosa Hedwig. No he tenido la oportunidad de verla en pelicula, mas si en teatro y me aburri bastante. Pero esa es solo mi opinion.

Ah, otra cosa, no se si lo notaste, pero el actor que hace de novio de Hedwig es en realidad una actriz muy bien maquillada. Lo mismo paso en la obra de teatro en donde Vanessa Saba hacia ese papel, mientras Giovanni Ciccia hacia de Hedwig.
Anónimo dijo…
si quieres perder tu virginidad con TRHPS, entonces date una vuelta por El Cinematógrafo este Domingo 26 de Nov, 8:30 pm...función con participación del público (hay muuuuuuuuuuucha info sobre la pela en nuestro blog)

http://blogdelcinematografo.blogspot.com/2006/11/dom-26-nov-da-del-cine-en-el.html
Giancarlo dijo…
Bueno Leuzor, es verdad, no todos nacieron con el gen musical (así como muchos de nosotros no nacimos con el gen futbolero...)

Vero, ni idea que la habían puesto en el teatro en Lima. No imagino a Ciccia de Hedwig, pero sí a Vanessa de Yitzhak... Y sip, me di cuenta que era mujer, pero sólo hasta cerca del final de la película, en que Yitzhak comenta que ganó el papel para esa obra de teatro que se iba al extranjero. Mientras cantaba, más bien, me recordaba a Axel Rose...

Anónimo, gracias popr la visita. Estoy seguro que alguno de los otros miembros de este blog podrá responder tu consulta. Lamento no poder hacerlo yo.

lc, gracias por el aviso. Lamentablemente el viaje desde Japón para asistir a la función no me dejaría dinero para comprar canchita en la puerta... Pero me parece genial que se estén dando este tipo de funciones "en vivo" en Lima. Espero que más de un lector de este blog pueda asistir.
Anónimo dijo…
Y que pasas si no naces con el gen futbolero ni musica!!

OMG! algo asi como un invalido social ??

je!
Palom@ dijo…
Hola! acabo de leer este post casi medio año después de que fuera escrito.. pero no podía dejar de escribir!
Hace pocos días vi Hedwig y quedé encantada. Fue una especie de visionado impuesto por mi director de teatro para inspirarme en un papel. Y la verdad es que quedé alucinada por haber encontrado una obra tan extraña y a la vez tan comprensible. La música es genial y la historia de Hedwig sobrecogedora. Es un gran papel y lo interpreta realmente bien (por cierto, no se si sabes que el actor protagonista, además de cantar...es el director de la peli! y co-autor del guión, también). Sin duda, me gustó mucho más de lo que esperaba.
Lo curioso es que, semanas antes estuve viendo TRHPS por el mism motivo!
Supongo que ya habrás visto la peli y habrás sacado tus propias conclusiones. A mi me gustó mucho y pasé un rato muy divertido viéndola con mis amigos (una pena, no haber podido ir a las sesiones interactivas en las salas de cine)
Lo que está claro es que ambas son muy diferentes y no se pueden hacer comparaciones...pero si tuviera que elegir también me quedría con Hedwig.
(Por cierto..¡yo sí que me di cuenta de que era una muher desde el principio!jeje)
Unknown dijo…
Hola a todos. La verdad, resulta muy agradable comprobar como todas las personas a las que he recomendado esta película, independientemente de sus gustos, les ha parecido una joya, y esta opinión está generalizada "all around the world". Magnífica película, interpretación, letras, mensaje... Os recomiendo ver a John Cameron Mitchell en una actuación en vivo de The Origin of Love sin maquillaje ni amplificaciones; una verdadera delicia.
Anónimo dijo…
De puta madre lo de Cameron, como todo lo de él. Pero me gusto más Shortbus. A ésa te la apuntarías??un saludo.
monich dijo…
Caraxo!!...Dibde consigo Shortbus???. Ya me intrigaste

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