Un buen año, pero una mala película

Si pueden evitar Un Buen Año (2006), evítenla. Es una película romántica absolutamente plana y llena de estereotipos, increíblemente dirigida por el renombrado Ridley Scott y protagonizada por el buen actor Russell Crowe. En pocas palabras, una estafa.

Crowe es Max Skinner, un frío y calculador agente de bolsa de Londres que de pronto ve interrumpida su vida por la súbita muerte de su tío Henry, quien le ha heredado un viñedo en Francia. Esta propiedad representa para Max, todos los recuerdos de una niñez feliz. Decide ir por un día a arreglar los papeles y dejar la casa lista para la compra, pero por cosas de la vida, termina quedándose más de un día, involucrándose con los sencillos seres de alrededor y enamorándose de la francesa más guapa del pueblo y de la vida simple en la campiña. Colorín colorado. Así de simple señores.

Scott y Crowe ya habían trabajado juntos anteriormente, con mucho mejores resultados: El Gladiador (2000). Tiempos aquellos...

Comentarios

Anónimo dijo…
Pues yo me he salido del cine...a ver si acierto...se va a vivir con la camarera francesita y se dedican al cultivo y venta del misterioso vino?? así que quizas deberia haber leido antes tu comentario.
Gracias por la sinceridad

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